El Festival Internacional de Teatro de Cazorla cierra otra edición más de su programación con un balance “positivo y con los objetivos conseguidos de éxito de público y espectadores en los dos ciclos que componían el festival este año”, ha manifestado el director del Festival, Mario Olivares.
El director, ha apuntado que el festival “sigue siendo punto de referencia cultural en Andalucía y especialmente en la provincia de Jaén ya que atrae a decenas de personas en cada una de sus representaciones, algo que repercute en el tejido económico y empresarial del municipio”. En esta línea, ha ratificado “la apuesta desde hace veinticinco años por el arte teatral en nuestro municipio, un arte generador de empleo y riqueza por la que seguiremos trabajando cada año”.
Olivares, ha destacado “la fidelidad del público asistente a todas las representaciones que se han realizado, en el que prácticamente se ha llenado todo el aforo disponible, tanto en las ediciones de sala como las de teatrino”. Al hilo, ha valorado “la calidad interpretativa de las obras de sala en esta edición en la que hemos contado con representaciones que han tratado temas sociales de nuestro día a día, sin dejar atrás el teatro clásico y con un acento especial en espectáculos de danza y música como la que nos han traído las obras Malditas Plumas y Le Plancher”.
El director ha recordado “de forma muy emotiva la entrega del premio a la actriz Sol Picó, que emocionó al público asistente con su interpretación de Malditas Plumas y que se suma a los artistas coreógrafos premiados como Cesc Gelabert, Daniel Abreu o Cristina Hoyos”.
Respecto a la edición de teatrino, ha explicado que “las dos primeras representaciones fueron un éxito entre los más pequeños, pero lamentablemente tuvo que suspenderse la última obra que iba a representar la compañía El Espejo Negro, debido a la situación de la pandemia”. En este sentido, ha apostillado que “desde ya se está trabajando en la siguiente edición para que Cazorla siga siendo punta de lanza de la cultura y el teatro”.
